Triatlón Querétaro 16

lunes, 31 de marzo de 2014

Abróchense los Cinturones... Iniciamos el Descenso


Después de pasar por un par de meses de inactividad casi total durante Noviembre y Diciembre pasados, derivado de un problema de tendinitis en mi rodilla derecha, reinicié mis entrenamientos el día 1 de Enero con miras a correr el Maratón que he esperado con más ansias: El Maratón de Boston 2014.
En esas 8 semanas lesionado, rumié en la alberca el miedo de no poder correr Boston. Aunque en ese período acumulé 0.0 kilómetros de carrera, los 4 o 5 días por semana que nadé me mantuvieron relativamente en forma y mi peso aumentó "solamente" 2 kgs. Pero aunque para Enero ya podía alternar minutos de trote con minutos de caminata, era incierto si podría recuperarme a tiempo; hubo momentos en los que estuve seguro de que no correría el Patriot's Day.

Pero poco a poco las cosas se fueron alineando y fui pudiendo correr cada vez más largo y cada vez más "rápido" (o menos lento), hasta lograr acercarme a mis ritmos de entrenamiento anteriores a la lesión.

Este reciente Sábado, después de prácticamente 3 meses de una preparación para Maratón sumamente atípica, hice mi última carrera larga de 32 kilómetros antes del Maratón.
Desperté desde antes de las 5 de la mañana y ya no pude pegar los ojos. La noche anterior apagué mi luz a las 8:30 y ya no supe de mí. El sábado no quería iniciar muy temprano, sino al contrario; tenía planeado correr los últimos kilómetros con el sol a plomo, así que no fue sino hasta las 8:30 que empecé a estirar. Calenté muy bien y a las 8:50, con el cielo totalmente azul, el sol ya brillando muy intenso y el termómetro marcando 18 grados, inicié el último fondo de mi programa rumbo a Boston.

Desde el inicio las sensaciones fueron buenas. Había calentado motores más de 20 minutos con algunas aceleraciones y salvo en el primer kilómetro, se sentía ligero el cuerpo. El pulso muy bajo, más que de costumbre, me confirmaba que podría ser una buena mañana. Las molestias en la rodilla se hacen presentes en un inicio, pero son cada vez más tolerables y para la media hora de carrera, se me pierden en el olvido.


En el plano, el ritmo varía entre 5:15 y 5:30 y sin ninguna pesadez. Al contrario, temo que me esté yendo demasiado rápido y que se me vaya a sentar la mula en los últimos 10 kilos. Pero no. Los ritmos suben y bajan conforme asciende y desciende la ruta en mi circuito de 6 kilómetros. A los 12, la primer parada de pits: solo dos o tres segundos de pausa para agarrar la bolsa de agua y el primer Gu Chomp.

Ya para las 10 de la mañana, el calor empieza a apretar. Calculo unos 23 o 24 grados, pero con muy baja humedad, lo que hace que no se sienta tanto el efecto. Pero queda mucho más de la mitad de la distancia. Durante casi todo el trayecto, no pienso en otra cosa más que en estar ya en Boston. Me veo en la salida, en la ruta, en la meta.

Van ya cerca de 28 kilómetros y el calor es mas fuerte. El sol cala duro en la cara y en los hombros. Hace buen rato que boté la sudadera y voy corriendo con únicamente la camiseta sin mangas. Se va la tercera Gu Chomp y  la tercera bolsa de agua. Los kilómetros van saliendo a alrededor de 5:20 min/km, pero sigo animado, sin síntomas de pájara ni nada por el estilo. Todo está saliendo perfecto.

Llega por fin el último kilómetro. No intento cerrar acelerando; el miedo de dañar de nuevo la rodilla sigue presente, pero no así las molestias. No hay dolor, no hay nada. La rodilla se porta muy bien y transito el último kilómetro sin mayor ritmo que el de los últimos 10 kilómetros que han venido saliendo a un promedio de 5:17 min/km.


El tiempo total resulta en 2:51:37, lo que da un promedio de 5:22 min/km.
Es algo que no esperaba. Mi pronóstico eran estar acaso un par de segundos por debajo del 5:30, ritmo al que había estado haciendo los últimos fondos. Un 5:22 es prácticamente el mismo ritmo al que he corrido largo antes de la lesión. Con ritmos de entrenamiento de fondo parecidos, he calificado para Boston y aún más, con ritmos de entrenamiento de la familia del 5:22 he llegado a Lala 2012 a correr dicho Maratón en el vecindario de las 3:23:00.

Hay razones para estar optimista.

Queda todavía un fin de semana que incluirá 22 kilómetros Exprime Limón, pero los kilometrajes y en general los tiempos de entrenamiento, no solo de carrera sino de bicicleta y nado, empezarán a disminuir.

Abróchense sus cinturones, que vamos a iniciar el descenso.

6 comentarios:

  1. Aúpa¡¡¡
    Pues muy buen fondo, como le llamáis por ahí¡¡¡ y más aún si tenemos en cuenta las condiciones de temperatura¡¡¡
    Esto ya está hecho ahora a descansar y acumular fuerzas¡¡¡

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  2. Joder que bien, me alegra mucho y me sorprende el pulso tan baja a pesar de las temperaturas.
    Animo te saldrá un maratón de lujo, que envidia me das.
    Un abrazo.

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  3. Estas muy bien , llegaras a tope a Boston . Un saludo

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  4. Gerardo todo al final sale, es cuestion de fe, me alegro mucho que llegues en ese buen pico de forma, justo a tiempo, ya no te queda nada y con los deberes bien hechos,quien pillara esos ritmos...
    Un abrazo.

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  5. Te deseo lo mejor para esa gran maraton pero que fuerte vas , estas preparadisimo lo vas a borda, un fuerte abrazo

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  6. Ya lo tienes compañero, ahora no sueltes a la presa. A por Boston!

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