Triatlón Querétaro 16

viernes, 11 de abril de 2014

Zola Budd, la Saeta Descalza ¿Víctima o Villana?

Zola Budd es una atleta sudafricana que en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 84 compitió en los 3,000 metros planos representando a Inglaterra. En esos años, Sudáfrica estaba vetada del movimiento Olímpico, por lo que Zola Budd adoptó la nacionalidad británica para poder competir en Los Angeles.

Era Budd en ese entonces una escuincla de 18 años. Pero a su corta edad ya había roto el récord mundial de los 5,000 metros con una marca de 15:01. Asombraba no solamente por su talento atlético de nivel mundial, su estilo de correr y su estrategia agresiva al competir, siempre al frente del pelotón, sino porque corría ¡descalza!. Desconozco si ha habido otros corredores de pista que hayan participado descalzos en una competencia Olímpica de pista, pero por lo menos yo nunca había visto a ninguno o ninguna.


Zola Budd era una de las dos grandes favoritas para ganar la medalla de oro en los 3,000 metros en la Olimpiada de 1984. La otra favorita era la norteamericana Mary Decker, quién por ser la representante del país anfitrión, tenía de su lado todo el aparato publicitario y mediático gringo. Decker también tenía lo suyo, atléticamente. Sus mejores marcas eran en 3,000 metros, a diferencia de Budd cuyos mejores desempeños habían sido en 5,000. Pocas corredoras he visto con un estilo de correr tan elegante y tan estético. Era un deleite verla correr con esa zancada inmensa y cadenciosa que tenía.
Adicional a todo lo anterior, los medios se habían encargado de crear una supuesta rivalidad entre ambas atletas, que a mi parecer era tomada muy a pecho por la norteamericana, pero no así por la sudafricana nacionalizada inglesa.


Finalmente, llegó el 11 de Agosto de aquel año de 84, día de la final de los 3,000 metros para mujeres de los Juegos Olimpicos. Desde un inicio, Budd y Decker se fueron al frente, alternando la punta entre ellas y con otras competidoras, pero siempre a un ritmo controlado. Ambas corredoras se apegaban a una táctica cautelosa. Pero a mitad de la distancia, Zola Budd apretó el paso y Decker respondió. De pronto, después de la segunda curva de la pista y a unos 50 metros antes de completar la vuelta, las piernas de ambas corredoras hicieron contacto. Zola Budd, que iba adelante, trastabilló pero alcanzó a recomponer el paso y continuó corriendo. Decker cayó al tartán y ya no se levantó.


La corredora sudafricana-británica siguió en la punta algunas vueltas, pero al final, perdió fuerza y fue cayendo a lugares secundarios, terminando en un decepcionante 7o. lugar.


Muy a lo gringo, las cadenas de televisión condenaron sumariamente a Budd, concluyendo casi de inmediato que había actuado deliberadamente para provocar la caída de Decker. Se generó un escándalo mediático en el que el público estadounidense, influenciado por los medios, también culpaba a Zola Budd del percance.

Zola Budd nunca declaró nada abiertamente respecto del incidente. En las obligadas entrevistas con los medios, siempre evadió responder directamente a los cuestionamientos o a narrar desde su punto de vista lo que realmente había sucedido. Eso creó un halo de sospecha respecto a que tal vez sí había sido una acción deliberada de parte de ella la que había provocado la caída de la norteamericana. Tampoco nunca respondió ni quiso aclarar si el haber caído finalmente al 7o. lugar había sido deliberado. Era claramente una corredora superior al resto de las que competían en ese momento y nadie esperaba que, ya sin la presencia de Decker en la pista, hubiera salido derrotada en esa carrera que la habría consolidado como la mejor corredora de media distancia del mundo en ese momento.


La realidad es que, analizadas fríamente, las evidencias registradas en los videos muestran que fue un choque accidental y si acaso hubieran habido acciones culposas, habrían sido responsabilidad de Mary Decker y no de Budd. Fui testigo, vía la TV, de aquel episodio y mi opinión es también que Zola Budd nada hizo deliberadamente para provocar la caída de Mary Decker.


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